El primer artículo de los cinco que componen este dosssier que publica LE MONDE DIPLOMATIQUE N° 128 de Febrero de 2010, titulado "Gerardo Díaz Ferrán, un "modelo" de empresario" "Patrón de patrones" dice en su encabezado:
"El hombre a quien el gobierno argentino acusa del vaciamiento de la empresa Aerolíneas Argentinas es el mismo que, como copropietario de Air Comet, dejó abandonados a 7.500 pasajeros en plena Navidad y a sus 660 trabajadores en la calle. Pese a ello, y a acusaciones ante la justicia, tiene el respaldo casi unánime del millón de empresarios que integran la CEOE, la poderosa patronal española, que él preside. El caso es emblemático, porque expresa una tendencia general de la economía capitalista: el paso de la producción a la especulación, con quiebras escandalosas y un desenfreno bursátil que acabó en la crisis generalizada de 2007. Mientras los especuladores se enriquecen las pequeñas y medianas empresas pagan los costos. ¿Se debería considerar el cierre de la Bolsa?
Esto es lo que dice el cuerpo principal del artículo
"Los empresarios no somos los culpables de la crisis; hemos generado riqueza y desarrollo". Estas palabras fueron pronunciadas en julio de 2009 por un hombre poderoso, Gerardo Díaz Ferrán, presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE, con más de un millón de empresas miembro). Díaz Ferrán es también consejero de Cajamadrid -la cuarta entidad financiera de España- y copropietario, junto a Gonzalo Pascual Arias, del Grupo Marsans. A ese grupo pertenece la compañía Air Comet, que cerró intespestivamente sus puertas el 23 de diciembre pasado, dejando en tierra a 7.500 pasajeros que tenían pasajes para viajar en Navidad a Buenos Aires, Lima, Quito y otras capitales latinoamericanas. Según la Asociación Catalana de Agencias de Viajes, el número total de afectados puede ascender a 70.000, dado que la empresa vendió pasajes para los próximos meses.
El gobierno español desembolsó más de un millón de euros de los contribuyentes para fletar varios aviones, que lograron trasladar a 4.215 de los clientes afectados. El resto se vio obligado a comprar nuevos pasajes en otras aerolíneas, aunque a precios preferenciales, gracias a la gestión de los consulados de varios países.
Air Comet dejó en la calle a sus 660 trabajadores, la mayoría de los cuales no cobraban sus salarios desde hace ocho meses. Están igualmente afectados trabajadores de las filiales de Argentina y Perú."
Hasta aquí la primera parte de este artículo, que lleva la firma del periodista Roberto Montoya.
El próximo subtítulo es: "Frivolidad que indigna"
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