domingo, 4 de octubre de 2009

UN DOMINGO LLENO DE TRISTEZA

Aunque los partes médicos no fueran alentadores, uno esperaba que la salud de "La Negra", la querida Mercedes Sosa, mejorase. Porque hubiese sido bueno que se quedara mas tiempo con nosotros, los que amamos su música, los que compartimos sus ideales y los que tuvimos el enorme placer de conocerla. Pero a las cinco y cuarto de la mañana "La Negra" se fue, nos dejo físicamente, como se acostumbra decir en estos casos. Pero afortunadamente fue solo eso, porque va a estar siempre con nosotros como lo están los 30.000 compañeros, como lo están Violeta Parra, Víctor Jara, María Elena Walsh, Pablo Neruda, Mario Benedeti y tantos otros.
Uno, que tiene la costumbre de programar la tele para que se encienda a una hora determinada en un canal de noticias, se encontró esta mañana con la triste noticia. Y entonces, como dice el tango, los recuerdos acudieron en torbellino. Y la memoria lo llevo a uno mas de treinta años atrás, cuando allá por el 77 militaba en la querida FJC y le toco participar en reuniones en el dos ambientes de la entonces avenida Canning en el que vivía Fabian con la compañera Araceli, o de un cumpleaños de el en el piso de Carlos Pellegrini, en el que no mas de 15 o 20 compañeros lamentabamos que "La Negra" no pudiera estar porque el exilio la "retenía" en Mexico, y como a la una de la mañana, apareció su figura precedida por esa sonrisa enorme y sincera que tenia.
Eran los años de plomo, era la noche oscura y tétrica de la dictadura; eran los tiempos en que los Falcon verdes pululaban, y uno no sabia si iba a ser el próximo, pero aun así mas luchaba.
Hoy, cuando Latinoamerica despierta, "La Negra" nos deja; solo físicamente, pero nos deja.
Y a uno se le ocurre despedirla con dos de sus canciones preferidas:

GRACIAS A LA VIDA
Gracias a la vida que me ha dado tanto./Me dio dos luceros que, cuando los abro,/perfecto distingo lo negro del blanco,/y en el alto cielo su fondo estrellado/y en las multitudes el hombre que yo amo.
Gracias a la vida que me ha dado tanto./Me ha dado el oído que, en todo su ancho,/graba noche y día grillos y canarios;/martillos, turbinas, ladridos, chubascos,/y la voz tan tierna de mi bien amado.
Gracias a la vida que me ha dado tanto./Me ha dado el sonido y el abecedario,/con el las palabras que pienso y declaro:/madre, amigo, hermano,y luz alumbrando/la ruta del alma del que estoy amando.
Gracias a la vida que me ha dado tanto./Me ha dado la marcha de mis pies cansados;/con ellos anduve ciudades y charcos,/playas y desiertos, montañas y llanos,/y la casa tuya, tu calle y tu patio.
Gracias a la vida que me ha dado tanto./Me dio el corazón que agita su marco/Cuando miro el fruto del cerebro humano;/cuando miro el bueno tan lejos del malo;/cuando miro el fondo de tus ojos claros.
Gracias a la vida que me ha dado tanto./Me ha dado la risa y me ha dado el llanto./Asi yo distingo dicha de quebranto,/los dos materiales que forman mi canto,/y el canto de ustedes que es el mismo canto/y el canto de todos que es mi propio canto.
Gracias a la vida que me ha dado tanto. (VIOLETA PARRA)

LA MAZA
Si no creyera en la locura/de la garganta del sinsonte,/si no creyera que en el monte/se esconde el trino y la pavura.
Si no creyera en la balanza,/en la razón del equilibrio,/si no creyera en el delirio,/si no creyera en la esperanza.
Si no creyera en lo que agencio,/si no creyera en mi camino,/si no creyera en mi sonido,/si no creyera en mi silencio.
Que cosa fuera,/que cosa fuera la maza sin cantera.
Un amasijo hecho de cuerdas y tendones,/un revoltijo de carne con madera,/un instrumento sin mejores resplandores/que lucecitas montadas para escena.
Que cosa fuera, corazón, que cosa fuera,/que cosa fuera la maza sin cantera.
Un testaferro del traidor de los aplausos/un servidor de pasado en copa nueva,/un eternizador de dioses del ocaso,/jubilo hervido con trapo y lentejuela.
Si no creyera en lo mas duro,/si no creyera en el deseo,/si no creyera en lo que creo,/si no creyera en algo puro.
Si no creyera en cada herida,/si no creyera en lo que ronde,/si no creyera en lo que esconde/hacerse hermano de la vida.
Si no creyera en quien me escucha,/si no creyera en lo que duele,/si no creyera en lo que quede,/si no creyera en los que luchan.
Que cosa fuera, corazón, que cosa fuera,/que cosa fuera la maza sin cantera. (SILVIO RODRIGUEZ)

HASTA SIEMPRE MERCEDES. HASTA SIEMPRE, COMPAÑERA

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